La inteligencia artificial está transformando nuestra forma de trabajar y ya ha provocado un cambio radical en la forma en que organizaciones de todos los sectores abordan la innovación y el crecimiento. A medida que la IA generativa empieza a hacer realidad su enorme potencial para aumentar la productividad y potenciar procesos más eficientes, las empresas con visión de futuro se enfrentan al reto de adoptar capacidades de IA con un uso intensivo de energía sin renunciar a objetivos vitales de sostenibilidad y eficiencia energética, todo ello manteniendo la soberanía de los datos y garantizando un rendimiento de la inversión óptimo.