Los usuarios de hoy en día necesitan una red que les permita conectarse a cualquier recurso desde cualquier lugar empleando cualquier dispositivo. Al mismo tiempo, las redes de los centros de datos y de los campus tienen que funcionar en una arquitectura de TI híbrida, trabajando junto a las sucursales de última generación, las redes privadas y públicas de múltiples nubes, los trabajadores remotos y los servicios SaaS basados en la nube. Como resultado, la seguridad de la empresa se encuentra bajo una enorme presión para proporcionar una visibilidad completa a través de un entorno de red móvil y distribuida para proteger y realizar un seguimiento de cada usuario y dispositivo que accede a los datos, aplicaciones y cargas de trabajo.
Por desgracia, la mayoría de las herramientas de seguridad tradicionales, como los firewalls heredados, nunca se diseñaron para este tipo de retos, sino para puntos de control de red estáticos en los que los flujos de trabajo y los datos eran muy predecibles. Pero esos días han quedado atrás.